9.3.14

Quizás te lloré demasiados años. Demasiadas noches. Demasiadas veces interrumpí tareas para llorar en paz. Muchas veces me postré en mi cama con intención de no salir nunca jamás. Cientos de noches en las que fuiste mi último pensamiento. Muchas mañanas levantándome con tu recuerdo. Tantas cosas, para que llegue un aniversario de tu muerte y dejar tu alma en paz, al fin. Creo que sufrí demasiado al perderte, y hoy fue hora de que te deje descansar sin mostrarte semejante dolor. Te mando todas todas todas mis sonrisas todos los días de mi vida. 

1 comentario:

Tu cabecita pensó que podías decirme: